31 diciembre 2009

Especial: Fin de Año


Aunque no haya llenado el blog de pequeños Santa Claus revoloteando en sus trineos, estamos en plenas navidades, y si mi calendario no me falla hoy es el último día del año, hoy es Nochevieja. Al encontrarnos en un día tan especial he rebuscado en la “sabinoteca” y he dado con un vídeo del archivo histórico de RTVE donde aparece Joaquín junto con Ana Belén, Miguel Ríos, Víctor Manuel, Rosa León y Amaya, cantando “Cualquier tiempo pasado fue peor” en un especial de Nochevieja de…nada más y nada menos que 1986. En ese año yo no estaba ni proyectado. Sin embargo, muchas de las canciones de Sabina no pierden vigencia con los años y “Cualquier tiempo pasado fue peor” es un claro ejemplo.

Cuando llegan estas fechas solemos echar la vista atrás, las televisiones se llenan de resúmenes del año, los que nos dejaron, las bodas, los nacimientos, los hechos más relevantes… . También es en este día en el que solemos echar cuentas (a veces resoplamos) del número de Nocheviejas que llevamos en el mundo, de como hemos cambiado, ahora que está tan de moda sacar imágenes del pasado en la TV. Recordamos normalmente los buenos momentos y tendemos a pensar que antes éramos más felices, disfrutábamos con menos cosas, éramos más inocentes…en resumen, acabamos afirmando que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
“Sacude el polvo de tu corazón,
no esperes a que den las doce,
cualquier tiempo pasado fue peor,
más viejos éramos entonces.”


Por eso resulta extraño ver como en esta canción se promulga todo lo contrario, te anima a dejar de mirar el pasado con nostalgia y una cierta idolatría para adentrarte en el futuro más próximo, que puede ser tan bueno o incluso mejor que lo ya vivido. Aparte de esto, son muy acertados los guiños que hacen cada uno de estos artistas a sus propias carreras musicales,  en sus intervenciones individuales dentro de la canción. Así, Amaya de Mocedades comienza con la siguiente estrofa.


“Moza de Mocedades
con la piel acribillada de preguntas,
sola al vacío saltaré sin red,
el nuevo año que despunta.”

El 1 de Enero debería ser bautizado como San Prometeo, ya que es el día en el que más promesas se realizan. Muchas de ellas desde el momento que nacen se sabe que van a ir directas al saco de las falsas ilusiones, de lo contrario el negocio de la tabacalera ya habría dado en quiebra, los gimnasios serían una mina de oro y las academias de Inglés no darían a basto. Mejor que llenarnos la boca prometiendo imposibles, será imaginar en lo que nos pueda suceder sin previo aviso, en aquellas pequeñas cosas (que diría Serrat) que hacen que cada resumen del año sea distinto. Continuamos con Miguel Ríos.
“En el ruedo del rock & roll crecí
con un cometa por montera,
el pan con mis amigos compartí,
viviendo en la carretera.”


Acabo de decir que cada fin de año es distinto, pero todos tienen algo en común, la gente que te rodea. Año tras año vas viendo gente que pasa por tu vida, unos duran más que otros, pero hay algunos que pase lo que pase siempre comparten tus uvas de la suerte. Descontando a la familia, que afortunadamente y por lo general siempre está, es un buen ejercicio ver cuáles de tus amigos de esos que te felicitan el nuevo año efusivamente, estaban los años anteriores, y cuáles estarán los años venideros. Turno para Ana Belén.
“Sólo le pido en esta noche a Dios,
que cierre siempre la muralla,
al miedo, la violencia y el rencor,
que gane el beso su batalla.”

Los buenos propósitos y los buenos deseos también forman parte del protocolo navideño, aunque muchas veces vayan acompañados de la hipocresía. Es muy bonito tener ideas grandiosas, pensar en la paz en el mundo…pero resulta curioso que al mismo tiempo, por ejemplo, seamos incapaces de mantener un buen ambiente en nuestro entorno más cercano, incapaces de salvar viejas rencillas, de evitar meter el dedo en la yaga. A veces queremos ganar demasiado rápido y demasiado fácil el Nobel de la Paz; y hasta ahora solo lo ha conseguido Obama. Ahora alegremos la cara porque llega la intervención de Joaquín.
“Pongamos que hablo del Madrid aquel,
papel de todos mis pecados,
mi canción y mi casa levanté,
con los escombros del pasado.”


Aunque lo bonito sea acordarse de todo lo bueno realizado, quizás sea más productivo hacer memoria de todos los fallos o de las cosas que desafortunadamente se torcieron. Con esos escombros que dice Sabina, en vez de tirarlos al contenedor y olvidarlos lo más rápido posible, podemos hacer nuevas construcciones en el futuro; utilizando la experiencia como muro de carga y la ilusión como forma de decoración. Seguimos con Rosa León.

“Al alba del presente desperté,
con una flor en la cintura,
vuelvo a los diecisiete cada vez,
que el amor me pasa su factura.”

Aunque a medida que vamos creciendo, lo que hacemos es quemar etapas, no se trata de un viaje de no retorno. En determinadas ocasiones, resulta bueno volver a sentirnos como cuando éramos más jóvenes, disfrutar como cuando éramos pequeños, olvidarnos por un instante de nuestras obligaciones y responsabilidades. Son viajes efímeros, pero que consiguen hacernos disfrutar mucho. Por último, hace su aparición en escena Víctor Manuel.

“Soy aquel corazón tendido al sol,
comprometido en la aventura,
de pedir cada año al rey Melchor,
más tiempo para la ternura.”

Aparte de los propósitos, al nuevo año solemos pedirle muchas cosas. La mayor parte de ellas son materiales, o tópicas, pero casi nunca pedimos algo de valor tan incalculable como es el tiempo. Se pueden acumular muchas riquezas, pero si no tenemos tiempo para disfrutar de ellas es como si no valieran nada. Para poder disfrutar de algo, lo primero que se debe tener es tiempo. Por eso al nuevo año le pido tiempo para disfrutar, de la forma de disfrutar ya me encargo yo.
“Cualquier tiempo pasado fue peor,
somos más jóvenes ahora.”

Para terminar, repito el título de la canción, “Cualquier tiempo pasado fue peor”, un ejemplo claro y simple. Hace un año justo este blog no existía, es más, no estaba ni imaginado. Espero que dentro de un año continúe con esta experiencia tan satisfactoria. ¡Feliz año a todos!.


21 diciembre 2009

Tan Joven y Tan Viejo

Cada cierto tiempo, a todos nos embarga una extraña melancolía mezclada con la nostalgia, y miramos hacia atrás. Empezamos a hacer resumen de nuestra vida, por corta o larga que sea, y nos vienen a la memoria esos recuerdos imborrables de cada una de las etapas de nuestra existencia. Normalmente esto ocurre cuando se van cumpliendo años, como me pasa hoy a mí. Pues bien, eso ocurre también con las canciones de Joaquín; cada cierto tiempo nos encontramos con una canción en donde hace resumen de su vida, o saca a relucir sus recuerdos ordenados cronológicamente o hace balance sobre el punto de la vida en el que se encuentra. Para ello basta con escuchar, A mis Cuarenta y Diez, Viudita de Clicquot o esta canción, Tan joven y tan viejo.
“Lo primero que quise fue marcharme bien lejos;
en el álbum de cromos de la resignación
pegábamos los niños que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.”


Cuando tiramos de recuerdos, sobre todo si son infantiles, hay un elemento que no falta nunca, los álbumes de cromos. Esas eran nuestras auténticas joyas, y uno de nuestras responsabilidades mayores. Siempre te marcabas como objetivo acabar completándolo, tarea casi imposible, de hecho yo sólo conseguí completar uno; y es algo de lo que todavía me acuerdo y me enorgullezco. Además, otra de las frases que más recuerdo es esa que dice que uno empieza a notar que se hace mayor cuando su jugador favorito de fútbol es más joven que él.

Marcharnos bien lejos también es un deseo que se tiene varias veces cuando se es pequeño, todos soñamos con viajar, con estar constantemente de un lado para otro, con no estar nunca en casa básicamente. Con el paso del tiempo esa inercia se va invirtiendo, acabas deseando volver a casa y viajar terminas por verlo como una rutina o una obligación. Con los espejos pasa algo parecido, de pequeños no nos preocupamos por ellos; tienen que ser nuestras madres las que nos sujeten para peinarnos y acicalarnos. Años después, lo que hacen nuestras madres es tirar de nosotros para que dejemos el baño libre de tanto mirarnos al espejo. Por último, las calles de Nueva York reflejan esa admiración que todos tenemos por la enormidad, siempre soñamos con tener una casa grande, un coche grande y por ende vivir en una ciudad grande. Si alguna vez conseguimos algo de esto, acabamos dándonos cuenta de que también son grandes sus inconvenientes.
“Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida
le pedí que a su antojo dispusiera de mí,
ella me dio las llaves de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo di.”


Se dice que en la vida hay trenes que sólo pasan una vez, y que si los pierdes ya nunca más podrás volver a cogerlos. Por lo tanto, los guiños que nos da la vida conviene atenderlos, o sopesar muy bien su conveniencia. Muchas veces damos por alguien todo lo que tenemos, por poco que sea, y no conseguimos la misma respuesta. Otras veces sin embargo, es totalmente lo contrario; y aquí es donde se decide muchas veces lo que vamos a ser: un valiente que arriesga y gana o un temerario que se la juega y pierde.
“Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.”


Los años pasan volando, es uno de los tópicos más utilizados, también es uno de los más ignorados cuando eres joven y de los más repetidos cuando eres viejo. Si miras el presente o miras al futuro, el tiempo pasa despacio, pero si miras al pasado sucede todo lo contrario. Siempre tenemos en mente una fecha futura, un acontecimiento especial que marca un poco nuestro ritmo de vida. Esperando que llegue, nuestra percepción del tiempo es lenta y aburrida; cuando llega el tiempo se dispara, y más pronto que tarde nos encontramos esperando de nuevo a otra fecha marcada en ese calendario que devoramos sin darnos cuenta.

Todo lo que hacemos a lo largo de nuestra vida permanece, como mínimo en nuestro disco duro personal. Aunque muchas veces intentemos borrar nuestras huellas, por algo de lo que nos avergoncemos, las huellas de la memoria son imborrables y para bien o para mal nos acompañan siempre. Cosa distinta es que no queramos que todo el mundo nos recuerde por algo indecoroso, pero no conviene olvidarlo para evitar un nuevo tropiezo en la misma piedra.

Confundir las estrellas con luces de neón es algo que nos ha ocurrido a todos. Siempre nos gusta pensar en algo bonito o fantasioso, nos gusta soñar con un mundo creado por nosotros mismos, dejar volar nuestra imaginación aunque sea por unos instantes; aún a sabiendas de que la realidad es muy diferente. Es el ejercicio de los “ysis”, y si hubiera hecho esto, y si esto fuera así, y si no existiera esto…

“Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).”

Aquí viene una de las frases que más recordaré nunca de las canciones de Sabina, “por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo más de un beso me dieron, y más de un bofetón”. Aquí se resume un estilo de vida, un estilo de pensar, un estilo de actuar. Yo voto por gente así, en un mundo cargado de falsedad, donde las apariencias ganan todo tipo de juicios y la hipocresía es el denominador común de la población; se agradece que todavía quede gente íntegra. Yo, personalmente agradezco mucho más un bofetón sincero que una palmadita falsa en la espalda. Con el bofetón te hacen reflexionar, con la palmadita te engañan.
“Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.”



A lo largo de la vida hay muchas cosas que las vamos aprendiendo por nosotros mismos, y otras que nos las tienen que enseñar. Dentro de las que vamos aprendiendo, muchas aparecen por simple casualidad y otras nos explotan en la cara. Pero todas consiguen que otro tópico vuelva a tener razón, la experiencia es un grado. Cuando no se tiene se la infravalora, pero con el paso del tiempo su protagonismo es cada vez mayor y su utilidad también.

“Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, Like a Rolling Stone.”


Todas estas miradas hacia el pasado no tiene por qué ser únicamente para que nos embargue la nostalgia, también nos pueden servir para cargarnos de buenas sensaciones y mirar al futuro con la esperanza de conseguir esos cromos que todavía faltan en nuestro álbum. Pensar en que ahora eres más joven que en el futuro siempre es un mejor ejercicio que hacerlo a la inversa; y eso nos dice Joaquín. Yo espero que esto no pierda vigencia nunca, que siempre se siga inventando cada noche, se siga emborrachando y se siga durmiendo en los entierros de su generación a pesar de que muchos no le dieran demasiados años de vida.


13 diciembre 2009

Habla Joaquín


El lanzamiento de un nuevo disco lleva consigo multitud de entrevistas para promocionarlo, multitud de reportajes en revistas y periódicos, apariciones en la radio y en la televisión... . Por eso mismo, durante este último mes y medio hemos tenido una tormenta de apariciones de Joaquín en los medios. En esta entrada me gustaría reseñar aquellas declaraciones de Joaquín que como siempre, no dejan indiferente a casi nadie.
"Mi vida actual no tiene demasiada noche, no hay adicciones. Vivo un periodo de razonable tranquilidad doméstica y eso seguramente conspira contra la capacidad de hacer canciones."
"No me conecto a internet, ni siquiera al teléfono, ni a los mandos del coche. No tengo teléfono ni máquina de escribir, todo lo escribo a mano."

“Yo prolongué mi juventud hasta los 50. No recuerdo haber pensado entonces que el tiempo pasaba o que no tenía ganas de algo.”

“Nunca sabía dónde iba a dormir, ni con quién, ni cuándo, ni tenía planes más allá del día siguiente. Pero aun así he trabajado mucho, he compuesto 400 canciones. Me sorprende tener tanta obra a mis espaldas viendo el caos absoluto en que me movía.”
“Me alarma el enorme descrédito de la política, que sólo puede conducir a los salvapatrias, al fascismo. A los tipos como Berlusconi. Y eso acojona...”

“Las canciones tienen algo bello que no pueden permitirse los poemas: cierta cursilería, un no sé qué hortera. Sólo así son hermosas de verdad.”

“Era consciente de que no tenía voz, no era músico, habia unos grandes maestros… lo único que podía hacer era dignificar las letras de canciones. Las de entonces parecían declaraciones de futbolistas después de los partidos”

“Tengo doble militancia… soy del Atlético de Madrid… y del Alcorcón. Pierdo mucho como público con eso.”
“Guti canta mejor que Serrat…”

“El bombín es por timidez al escenario.”

¿En mi esquela? “Nunca dio la cara

“Hice una campaña de marketing cojonuda diciendo que me estaba muriendo y la gente empezó a comprar los discos por compasión.”

"Lo que me molesta es la caricatura, a la que yo colaboré por bocazas. El Sabina putero, borracho, drogadicto"

“Como paisaje estético lo que estamos viviendo es algo atroz. Estamos rodeados de inmorales y estafadores”

“Estoy a favor de la memoria y en contra de la nostalgia.”

“Tengo una mala salud de hierro, yo era de los que creía que no había que llegar a los 40 años, que a partir de esa edad uno se convertía en un carcamal, y a lo mejor es verdad, pero es mejor carcamal vivo que muerto.”

“No puedo dar ejemplo a nadie porque a mí no me costó nada dejar la droga.”

“A veces yo le hago putadas a mis hijas, por ejemplo, si me las encuentro en un semáforo por la calle, bajo la ventanilla y les grito: “Y nos dieron las diez…”. Y se quieten meter bajo tierra
“A los bares no voy en defensa propia.”

"A veces me dicen por la calle: "¡Cuídate, Sabina!". Y yo contesto: "Usted también, señora, que está usted muy gorda"

09 diciembre 2009

Críticos musicales...


Como todos sabéis Joaquín acaba de sacar disco nuevo y ya está de gira por toda España. El disco es top ventas, la gira está siendo todo un éxito y el público está entregado al flaco y eternamente agradecido por su vuelta a los escenarios. Con toda la vorágine sabiniana y la tormenta de noticias en torno a su persona he podido leer varias de las críticas que se han vertido hacia su disco. Hay de todos los colores, buenas y malas y dentro de ellas hay algunas más acertadas que otras.

Un artista muchas veces es la imagen que el quiere mostrar a su público, pero en la actualidad se llega a un punto en el que también nos preocupamos por su persona. Esto no es del todo malo, pero en cierto modo es algo que no nos debería importar mucho. Yo creo que Joaquín ya se dio cuenta hace mucho tiempo que contentar a todo el mundo es imposible, pero contentar a los “críticos musicales” es algo utópico.

El motivo por el que escribo esta entrada es para mostrar mi total desacuerdo con la crítica escrita por Diego A. Manrique en El Pais. Estoy un poco cansado de esas personas que se dedican a criticar a Sabina por motivos ajenos a su obra musical; es decir, aquellas personas que lo desacreditan haciendo alusión a su relación con el alcohol y las drogas. Ahora ha dejado las drogas, y de una forma nada escandalosa y lo más natural posible. Nunca se ha avergonzado por haberse drogado y nunca va a sacar pecho por haber conseguido dejarlas; algo que le honra muchísimo. Pues bien, una vez que ha dejado esas “malas compañías” este señor lo critica por su giro hacia la literatura. Es decir, le critica por sus nuevas amistades, esas mismas que lo han apoyado durante su nube negra y lo han conseguido sacar de la cama. ¿Este señor es un crítico musical? Entonces que actúe como tal, y se ciña a lo estrictamente musical.


Ya he dicho en muchas ocasiones que la desgracia vende mucho más que el éxito. Y me parece que ahora que Joaquín ha gritado a los cuatro vientos que vive en un estado de “felicidad doméstica”, a estos señores les fastidia. También les fastidia que pueda existir la amistad dentro de un mundo tan duro como es el artístico, y por eso este señor tira con bala haciendo referencia a Benjamín Prado y al libro que ha escrito gracias a este disco. Otra de sus pullas va dirigida al molestar que le provoca ver que las canciones están firmadas por sus músicos de toda la vida, García de Diego y Varona. Supongo que debe resultar extraño una fidelidad que dura muchos años en estos tiempos del divorcio express y el despecho mediático.

Otra tendencia muy generalizada es la de elevar a los altares todo lo hecho anteriormente y desprestigiar todo lo nuevo. Estamos de acuerdo que este no es su disco estrella, pero también estoy seguro que el idolatrado 19 días y 500 noches no lo fue tanto en su lanzamiento. En ese disco fue donde se vio realmente por primera vez, otra de sus señas de identidad, la voz rota. Otro de los puntos favoritos para sus detractores. Si quieres voces bonitas y aterciopeladas, hay mucha gente que se muere del asco en los castings. Cuando llevas en la música más de 20 años es porque tienes algo más que ofrecer, algo que va más allá de los superficial. ¿Cuántas voces impresionantes no pasaron del tercer disco? La lista puede ser interminable.

En la canción “El joven aprendiz de pintor” Joaquín ya dejaba un recadito en forma de verso “¿Y qué decir del crítico que indignado me acusa de jugar demasiado a la ruleta rusa?” “Si no hubiera arriesgado, tal vez me acusaría de quedarme colgado en calle melancolía”. Pues bien, esto sigue teniendo vigencia. Por un lado le acusa del giro que ha hecho hacia la literatura, por el otro lado le pida que vuelva a los tiempos de 19 días y 500 noches, para finalmente pedirle que nos sorprenda con algo nuevo. ¿En qué quedamos?. Yo creo que la grandeza de un artista se mide en su capacidad para ir evolucionando y mostrando en cada momento aquello que más le apetece y más refleja su momento actual. De esta forma todo resultará más natural, más creíble y menos artificial. Pero, amigos, para esto hay que tener una gran habilidad escribiendo letras. Y esto no es como la voz, esto no se pierde nunca.

Se que todo lo que esto escribiendo les puede sonar a algunos como “típica pataleta de un Sabinista empedernido que alaba cualquier cosa que haga su ídolo”. Evidentemente, cuando un artista te gusta tanto es porque un porcentaje muy alto de su obra te agrada; pero no niego que hay otras cosas que no. Por eso pido un poco más de seriedad al hacer valoraciones sobre él. Critiquemos sus letras, discutamos por su música; pero respecto a su vida y decisiones personales no somos quienes para opinar. Joaquín es como Maradona, o blanco o negro, gris nunca.

Para terminar este desahogo os dejo una canción que descubrí hace muy poquito, pero que me viene al pelo. Se trata de “mátanos de risa” y es un soneto dedicado al gran cantautor catalán J.M. Bardagí, cantada a dúo con Nut. A Bardagí le debemos una de las canciones más bonitas, en mi opinión, que tiene Sabina; "A la sombra de un león". Hasta la fecha, es la canción en donde más rota he visto la voz de Joaquín. Por eso la dejo, para echar más leña al fuego; y porque con ella te resuena mucho más en la cabeza eso de "no te nos mueras", suena más a un canto desgarrado clamando por un deseo que es imposible.


01 diciembre 2009

Sabina versiona III

Si hablamos de un dueto español, de dos chicos jóvenes pero talentosos, vinculados de una forma bastante clara a Joaquín Sabina y con el que han colaborado recientemente…todos pensamos inmediatamente en los Pereza; pues no, en este caso le toca a los Estopa. Los hermanos Muñoz desde siempre han manifestado su admiración por Joaquín, al que consideran como un maestro y ante el que se rinden sin dudarlo.

Una de las grandezas de Sabina es precisamente eso, haberse convertido en un referente para muchas personas en general y para muchos artistas en particular. Si hacemos un repaso por todos aquellos que han colaborado con él encontramos músicos muy variopintos. Los Estopa se identifican mucho más en la parte flamenquita o rumbera de Sabina, y en cierto modo en sus letras canallas.

Aunque todavía se les considera como un conjunto joven, la realidad marca en su DNI musical la nada desdeñable cifra de 10 años. Parece que fue ayer cuando en las radios irrumpía con mucha fuerza la inolvidable canción “Por la raja de tu falda”, canción que se incluía en un disco donde todas sus canciones eran de una gran calidad. Eso les sirvió para entrar por la puerta grande en el panorama musical, y su posterior buen hacer les ha permitido mantenerse en este mundo tan complicado, caprichoso e inestable. Como todo buen artista han ido introduciendo variaciones en su repertorio pero sin perder su sello inconfundible.

Con Joaquín ya habían colaborado previamente, versionando junto a María Jiménez la canción “Eclipse de mar” e interpretando en directo la archiconocida “19 días y 500 noches”. En esta ocasión es Sabina el que versiona uno de sus temas, al alimón con José y David. La canción es una de las más aclamadas de los catalanes, “Como Camarón”.


Todo un reto, ya que es una canción que tiene una serie de particularidades que no hacen fácil su interpretación. Además, como suele ocurrir con los grandes éxitos, estamos acostumbrados a escucharlo una y otra vez en su versión original, y cualquier variación nos descoloca un poco al principio. Algo de eso me ocurrió a mí al escucharla por primera vez, me esperaba el ritmo de la versión original, la música de la versión original…y evidentemente no fue así. Sin embargo, a medida que la he ido escuchando me ha ido gustando cada vez más.

No soy ajeno a las críticas que ha suscitado esta versión, pero para gustos los colores. Esto lo veo como un regalo que tanto los Estopa como Sabina se han querido dar mutuamente. Seguramente habría otras canciones que se adaptarían mejor al registro sonoro y al estilo de Sabina, pero esta es su genialidad, siempre te sorprende de una forma u otra. Sin complejos de ningún tipo. Por lo tanto, aquí dejo la canción y cada uno que opine.


23 noviembre 2009

Peces de Ciudad

Hay canciones que tienen una melodía especial que las hace únicas, hay canciones que tienen una letra tan lograda que cualquier verso tiene sentido por si solo, hay canciones que al ser interpretadas por distintas voces renacen, hay canciones que nacen como un regalo, hay canciones que nunca pierden su vigencia. Peces de ciudad cumple con todos estos requisitos. Joaquín Sabina la compuso y se la regaló a Ana Belén para su disco homónimo. La canción cuenta con una melodía muy armoniosa y pausada que nos traslada a los parajes que va describiendo. Posteriormente fue interpretada por el propio Joaquín introduciendo unos pequeños cambios en la letra (practica bastante común en él). Para mi la mejor versión de todas las que he escuchado es una de un directo en Terrassa donde el acompañamiento del piano es sublime.

Hace tiempo en una entrevista Joaquín hablaba sobre sus dotes pictóricas, y comentaba que lo único que sabía y que le gustaba dibujar eran peces; yo creo que estos peces son los mejores que ha dibujado. Pancho Varona contaba una anécdota de esta canción, comentaba que una vez Joaquín estaba cantándola y en mitad de la canción se emocionó tanto que tuvo que parar y se puso a llorar; era la primera vez que le ocurría algo así.

"Se peinaba a lo Garçon,
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la Gare D'Austerliz.
Primavera de un amor,
amarillo y frugal como el Sol
del veranillo de San Martín"


Peces de ciudad es una canción muy poética, muy artística y como tal hace innumerables referencias a lugares y personajes. No en vano la canción arranca en una estación de tren, lugar al que Joaquín ha hecho numerosas referencias a lo largo de su carrera; en este caso se trata de Austerlitz, una de las seis estaciones de tren que tiene Paris. No puede haber mejor punto de partida para una canción de amor y desamor que una estación parisina en la ribera del Sena. Para completar la postal, contamos con otra estación, la primavera en este caso. El veranillo de San Martín se conoce como la época que se encuentra a caballo entre el verano y el otoño, en el cual las temperaturas vuelven a ascender para posteriormente continuar con el descenso lógico. Se trata de un calor agradable, ya que es una forma de no querer desprenderse totalmente del verano, es un “me voy pero me quedo” algo muy aplicable al amor.

"Hay quien dice que fui yo,
el primero en olvidar,
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a Madmoiselle Amsterdam"

Muchas veces nos vemos cegados por las apariencias, por la novedad, por la tentación o por el capricho y nos olvidamos de lo que tenemos. En este punto nos olvidamos de París y nos encontramos con Amsterdam. Este cambio no es trivial, en París te enamoras pero los encantos de Amsterdam hacen que no te puedas negar a su llamada. Sin embargo, pasado el tiempo probablemente te lamentarás por haber abandonado París, y ya no podrás volver porque estarás en Amsterdam que a su vez es una canción de Brel en la que habla de las penurias que pasan los marineros allí.

"En la fatua Nueva York,
da más sombra que los limoneros,
la Estatua de la Libertad. 
Pero en Desolation Row,
las sirenas de los petroleros,
no dejan reir ni volar."

A todas luces se trata de una canción de amor, pero yo no la centraría únicamente ahí, también realiza una crítica a la decadencia del mundo en el que vivimos. De los sueños que se tienen y la realidad que te encuentras. Quizá por eso aparece la siguiente ciudad, Nueva York. En un lugar donde la libertad es el símbolo que la identifica mundialmente, el país donde todo el mundo va buscando realizar su sueño, donde piensan que el éxito es algo que está asegurado. Es curiosa la situación que nos se nos presenta. Por un lado tenemos a la majestuosa Estatua de la Libertad, que podría verse como el hada madrina que permite que todo el mundo consiga lo que se propone. Pero navegando a su alrededor nos encontramos a los petroleros, que representan a la cruda (nunca mejor dicho) realidad, a los poderosos que vigilan constantemente el transcurso de la vida. Libertad, si, pero con matices. No quiero pasar por alto el guiño que Joaquín hace a su idolatrado Bob Dylan haciendo alusión a su canción Desolation Row (además de ser un lugar de la bahía de Nueva York).

"Y en el Coro de Babel,
desafina un español. 
No hay más ley que la ley del tesoro
en las Minas del Rey Salomón."

En un mundo como en el que vivimos, donde casi todo está regido por leyes hay ciertas cosas en las que la lógica nunca impera. Cuando tenemos como objetivo algo tan grande como el tesoro del rey Salomón, no nos paramos a pensar, no hacemos un plan estratégico; simplemente actuamos por instinto. En esos momentos no tenemos leyes, no tenemos imperativos morales, sólo tenemos una meta y una firme  decisión, cruzarla los primeros. Es en esos instantes cuando la naturaleza humana nos sorprende, cuando conseguimos sacarnos conejos de la chistera o se nos enciende la bombilla. Lo malo de estas cosas es que no todos tenemos las mismas metas, y no siempre son  buenas.

"Y como huir cuando no quedan 
islas para naufragar.
Al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios,
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los Peces de Ciudad."

A lo largo de la canción vamos viendo como la decadencia es cada vez mayor, el punto de partida era esperanzador pero estamos llegando a un punto de no retorno. Es aquí donde se ve más clara la crítica que se hace a la sociedad en la que vivimos y a los políticos en general. Casi todo el mundo reniega de ellos, critica sus formas, sus malas artes, y ahora en tiempos de crisis y corrupción mucho más. Sin embargo, todos somos peces muy pequeños en la inmensidad del océano, y nos tenemos que resignar a aceptar lo que tenemos en nuestra pecera particular. Los sabios, como bien dice Sabina, son aquellos que por fin se han dado cuenta que seguir luchando por las causas justas se ha convertido en aguantar en una batalla perdida de antemano. Si quieres ganar un juicio debes cargarte de buenos abogados, no de buenas razones; y por buenos abogados se conocen a aquellos que consiguen burlar la justicia, no a los que encierran a los culpables y liberan a los inocentes.

"Que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras de suelo,
que no merecen nadar." 

Muchas veces tenemos ante nuestros ojos anzuelos tan apetitosos que somos incapaces de no picar en ellos. Una vez que te han pescado, te encuentras a merced de ellos aunque quizás no te des cuenta. También se da el caso de que aún viendo como otros pican, y pensando que tu no serás uno más, acabas pasando por el aro. Resulta curioso ver como hay determinadas circunstancias en las que hasta el más bravo, el más listo, el más independiente acaba arrastrándose por el suelo.

"El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web."

Seguimos en nuestro desencanto con la sociedad, en este caso se hacen revelaciones muy duras. El dorado era un lugar mítico que durante muchos años era buscado por infinidad de personas que ansiaban encontrar las enormes cantidades de oro que allí había. Como todas las leyendas, es muy probable que sea falsa. Sin embargo es una técnica utilizada en muchas ocasiones, crear una ilusión que mantenga a la gente alerta y engatusada es algo que suele funcionar. Por otro lado, desde siempre se ha intentando mantener la tradición, asociarlo a lo bueno y demonizar todo aquello que sea innovar, que permita a la sociedad avanzar. Afortunadamente es una guerra que la ciencia le va ganando a la religión, pero que nunca terminará. Desde Galileo y su “y sin embargo se mueve” hasta la experimentación con células madre.

"En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz,
no debieras tratar de volver."

Volvamos al plano personal que a la larga es el que más nos gusta de esta canción. La frase de este último fragmento es una de las que tengo presente, no siempre le hago caso y siempre acabo dándole la razón. Yo creo que a todos nos ha pasado alguna vez. Tras un viaje especial, o una buena experiencia vivida, siempre nos embarga la nostalgia y deseamos repetirlo. Volver al pasado es algo que no podemos hacer, por eso nos queda la opción de regresar al mismo lugar. Normalmente cuando el tema surge solemos decir que lo haríamos con los ojos cerrados, pero si lo hacemos casi siempre nos sentimos defraudados. Un buen recuerdo tiene la particularidad de que nunca se borra, es por eso que siempre estaremos comparándolo y en la mayoría de los casos nos sentiremos decepcionados empañando de esa forma el impoluto recuerdo que teníamos antes.

"Cuando en vuelo regular,
pisé el cielo de Madrid. 
Me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mi."

Llegamos al final de nuestro viaje, ese mismo que empezaba en París con una postal envidiable y unas expectativas aún mejores. El punto final es un aeropuerto, lugar bastante menos poético que la estación de tren. Y la viajera que se peinaba a lo garçon se ha transformada en una recién casada que ya no se acuerda de ti, alguien que probablemente ganará con mentiras uno de esos juicios tan sumarios que envilecen el cristal de nuestro acuario.

"Y desafiando el oleaje,
sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje.
Luciendo los tatuajes,
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer."

Está claro que la canción comenzaba con un sueño y termina con un desencanto mayúsculo. No obstante, siempre nos queda el último arreón, aunque sea desesperado y con pocos visos de llegar a buen puerto. A todos nos gusta ver en las películas de guerra como el soldado decide salir corriendo de su trinchera y, fusil en mano, arremete contra todo lo que se encuentra a su paso en una desesperada acción que consiga terminar con la batalla. También es cierto que llegado a cierto punto de la vida, empezamos a apañarnos con menos equipaje pero cada vez contamos con más historias y tenemos más tatuajes que nos recuerdan por donde no debemos volver a tropezarnos.

"Que perdieron las agallas,
en un banco de morralla,
en una playa sin mar."


Perder las agallas es algo demasiado habitual en nuestra sociedad, y verse inmerso en toda la morralla que nos rodea es casi inevitable. El resumen global de la canción es el relato de el viaje de toda una vida, de como empezamos con mil y una ilusiones cuando todo nos parece precioso; pero en el ir y venir vamos acumulando recuerdos salpicados de cicatrices y decepciones que acaban moldeando nuestra percepción del mundo.


17 noviembre 2009

Lanzamiento de Vinagre y Rosas


Todos siempre tenemos algunas fechas marcadas en rojo dentro de nuestro calendario particular. Algunas de esas fechas se mantienen siempre, se repiten año tras año, pero hay otras que son únicas, especiales, espontáneas. El 17 de Noviembre es una de ellas para la comunidad sabinera, hoy vuelve a las tiendas de discos un nuevo trabajo de Joaquín Sabina, tras cuatro años de sequía, cuatro años aliviándonos el luto. La palabra sequía es un poco dura, ya que durante todo este tiempo no hemos dejado de tener noticias del flaco, a través de sus sonetos semanales de interviú; y no podemos olvidar el enorme regalo que junto a su primo Serrat hicieron a la música, esa inolvidable gira donde los dos pájaros de un tiro hicieron las delicias de todos.

A pesar de todo, lo que más nos gusta es tener en nuestras manos un disco totalmente nuevo, ver impresas sobre la carátula esas canciones que al principio nos resultan extrañas pero que acabarán quedándose con nosotros para siempre y en poco tiempo empezaremos a canturrear.


El lanzamiento de un disco sigue un ritual muy curioso pero mágico a la vez. Empieza con los típicos rumores, que a veces se mezclan con las ganas de los fans de tener algo nuevo, en los que se habla de que se está trabajando en algo nuevo, que se están componiendo nuevas canciones… Poco después comienzan a llegar noticias un poco más verídicas pero oficiosas todavía y aparecen posibles títulos para el disco (que con casi total seguridad cambiarán a la postre). A continuación se comentan posibles fechas de lanzamiento, siempre situándolas en periodos estivales sin concretar mucho. En un 99,9% de las ocasiones se retrasan, hasta que por fin alguien cercano al artista, ya sea la discográfica o bien algún músico da la buena nueva, el disco se está grabando. Llegados a este punto se produce el revuelo generalizado y se empiezan a hacer multitud de cavilaciones sobre como será, ¿lo mismo de siempre? ¿volverá a sus orígenes? ¿nos seguirá sorprendiendo?.


Finalmente ya se confirman las fechas oficiales, el lanzamiento del single, los que han colaborado en el disco, el lanzamiento oficial del disco, el número de canciones, etc. El siguiente momento cumbre es la aparición del single, se recibe con tanta expectación que no recuerdo single alguno que no haya gustado a la mayoría de la gente. Esto produce sensaciones encontradas, primero alivio porque la espera ha terminado y luego más inquietud todavía por querer escuchar más cosas de lo nuevo. Ese momento ya lo dejé reflejado en la entrada donde analizaba Tiramisú de Limón.


El periodo que va entre la presentación del single y el lanzamiento del disco es una espera agradable, ya que se ve salpicada de multitud de noticias relacionadas con el artista. De hecho durante estas semanas hemos podido disfrutar de entrevistas a Sabina tanto en la radio, como en la televisión o en la prensa escrita. Además poquito a poco nos iban mostrando trocitos de esas nuevas canciones que esperamos con tanta impaciencia. Este goteo constante de información es una delicia ya que todo el mundo, hasta los que no son fans, empiezan a tener noticias suyas e incluso te preguntan cosas, como si por ser fan se tuviera acceso a informaciones privilegiadas.

Una de las cosas buenas de Sabina es que nunca deja a nadie indiferente cuando habla, por eso sus entrevistas son muy interesantes, aunque se encuentre en promoción siempre te deja alguna perla, algo diferente en cada una de ellas. Quizá sea el defecto profesional de los poetas, bendito defecto.


A partir de mañana todas las tiendas se llenarán de vinagre y rosas, y todos empezaremos a aprendernos sus nuevas letras. Con lo poco que he escuchado me atrevo a realizar una valoración, aunque sea un poco prematuro, sobre el disco. Creo que mejora a los dos últimos, Dímelo en la calle y Alivio de luto, además ha sabido introducir aire fresco contando con los Pereza, y tal y como viene siendo habitual, sus letras son cada vez más cuidadas, más medidas, más literarias, más perfectas. Además ha recuperado la esencia del viejo Sabina irónico, romántico, crítico, sarcástico...siendo cada vez más poeta.

Señores, esto no ha hecho nada más que comenzar, ya que el próximo día 20 de Noviembre (curiosa fecha) Joaquín vuelve a los escenarios comenzando una de sus giras multitudinarias, quizá la última según le he oído decir. En cualquier caso, ahora nos toca a nosotros disfrutar una vez más. Gracias Joaquín, te he oído decir que en cierto modo le debías a la gente el hacer un nuevo trabajo; yo estoy seguro que es la gente la que te debe mucho a ti.

12 noviembre 2009

La Canción de las Noches Perdidas

Si por algo se le conoce a Joaquín Sabina es por su ajetreada vida nocturna, a pesar de que ahora ya haya colgado el bombín, es una de sus señas de identidad. Una de sus canciones más célebres, 19 días y 500 noches lo corrobora. Seguramente gracias a ello, sus letras tienen esa fuerza y esa carga emotiva que sólo se puede encontrar en las barras de los bares a ciertas horas intempestivas. Esta canción es un claro ejemplo de ello, ya que bien podría ser la banda sonora de infinidad de personas.

Se trata de un blues, otro género más a incluir en su larga lista y otro motivo más para calificarlo de inclasificable en términos musicales. El acompañamiento musical de esta canción consigue transportarnos a una atmósfera que le viene de perlas a la canción, la letra con todas sus metáforas (acertadísimas como siempre) ya hace el resto.

“Esta es la canción de las noches perdidas,
que se canta al filo de la madrugada,
con el aguardiente de la despedida,
por eso suena tan desesperada”

Con estos cuatro primeros versos, ya tenemos lo que podríamos denominar como una sinopsis completa de la canción. Lo primero que hace es presentárnosla, de una forma bastante sencilla para a continuación hacer una descripción de la misma; descripción con la que ya vamos preparando el cuerpo. Sólo con leer el título, ya se nos vienen a la memoria la cantidad de noches que podemos considerar como perdidas. Se dice que los fracasos son más sonoros que las victorias, y por lo tanto, tendemos a recordarlos durante más tiempo y con mayor detalle. Algunos nos sirven para aprender, otro simplemente para lamentarnos y maldecir nuestra suerte. Tampoco es bueno guardarse todo, y muchas veces nos sentimos liberados cuando le contamos nuestras penas a alguien, aunque sea un completo desconocido. Esta es la situación que nos quiere presentar Joaquín en la canción, esa en la que los protagonistas son huerfanitos de calor que necesitan desahogarse mientras ahogan sus penas en alcohol. Esto siempre sucede en el ocaso de la noche, cuando el sol empieza a llamar a la puerta del bar; y suele ser una mezcla de desesperación y melancolía.

“Ven a la canción de las noches perdidas,
si sabes que todo sabe a casi nada,
a carrera en los leotardos de la vida,
a bola de alcanfor dormida en la almohada.”

Entramos de lleno en el maravilloso mundo de las metáforas sabineras, esas frases mágicas que la primera vez que las oyes no terminas de asimilarlas pero percibes que tienen algo especial, y cuando las lees detenidamente descubres lo geniales que son. Esta canción habla de ese momento en que todo te sabe a nada, donde no eres capaz de degustar los pequeños placeres de la vida porque estás un poco cenizo… Lo peor de todo, es que es una situación demasiado visible para los demás, como una carrera en unas medias, algo muy complicado de ocultar a menos que seas un gran actor.

“Y tiene nombre de mujer,
como la soledad, como el consuelo.
Los fugitivos del deber
no encuentra taxi libre para el cielo”

Por fin entra en escena la gran culpable de todo, con nombre de mujer, para más señas, Soledad. Esta es la compañera que tienen en común todos esos fugitivos del deber, todos los que huyen de sus obligaciones y se refugian en la barra del bar. Es curioso el ambiente que hay en la mayoría de las tascas, al principio de la noche es silencioso pero el ambiente que se respira es limpio, todo está en orden y la gente comienza a llegar con cuentagotas. Poco después la algarabía se apodera de ellos, la marea humana comienza a aparecer y la noche coge toda su fuerza. Finalmente volvemos al silencio inicial, pero lo que cambia es el ambiente; se vuelve turbio, raro, triste, y es cuando se empiezan a divisar a estos hombres solitarios a los que se les volvió a marchar el penúltimo taxi.

“Esta es la canción de las noches perdidas,
lleva un crisantemo ajado en la solapa,
se sube a la cabeza como ciertas bebidas,
se pega a la desilusión como una lapa.”

Seguimos incorporando adjetivos que terminen de definir esta canción, y aparece la desilusión. Siempre se comienzan las noches con mucha ilusión, con energías renovadas, intentando olvidar los fracasos del pasado o la situación actual en la que te encuentres. Sin embargo, todo se torna en decepción cuando alcanzas esas ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador, y te encuentras en la misma situación de siempre; bueno en la misma no, con una noche perdida más, con una noche menos en tu haber.

“Canta la canción de las noches perdidas,
quema como el gas azul de los mecheros,
sirve para echar vinagre en las heridas,
miente como mienten todos los boleros.”

Muchas veces no resulta de agrado hurgar en las heridas, pero nunca está de más soltar todo lo que se lleva dentro. Las confesiones a ciertas horas de la noche son mucho más interesantes, porque tienen un componente muy importante y muy escaso a su vez, la sinceridad. Desnudar el alma suele ser algo muy costoso y doloroso, pero de cuando en cuando conviene hacerlo para ventilar el corazón e intentar hacer borrón y cuenta nueva.

“Los fugitivos del deber,
no tienen más amor que el que han perdido”
“Los fugitivos del deber,
cogen su maldición y se la beben”

Para terminar, me quedo con estos versos finales, y es que la metáfora de “los fugitivos del deber” me encanta. Es un término que abarca a multitud de personas, desde los más exitosos hombres de negocios, hasta los perdedores más infelices. Todos ellos tienen en común el lamento de esa noche perdida, de ese fracaso que no entiende de capitales, y de esa compañera que tampoco hace distinciones: la soledad. Me dejo para lo último lo mejor, como en las buenas películas. Coger tu maldición y bebértela es la forma más común, más fácil, más poética  y quizás la menos efectiva también de acabar con ella.


06 noviembre 2009

Rubia de la Cuarta Fila


Hay canciones que casi nunca te vienen a la memoria cuando te preguntan por tus favoritas, que están perdidas por tus carpetas de música, pero que cada cierto tiempo aparecen en forma de grata sorpresa. Rubia de la cuarta fila es una de estas canciones, es algo atípica ya que no aparece registrada en ningún disco de Joaquín al haber sido realizada para la película “Isi Disi”. Sin embargo, es de esas canciones que puedes poner perfectamente a repetir y no te cansas de oír una y otra vez, aunque te vuelvas a olvidar de ella durante un tiempo. A decir verdad esta canción fue recibida como un soplo de aire fresco para los sabineros, ya que se compuso en esa época oscura que va desde “Dímelo en la calle” hasta “Alivio de luto”, con la nube negra que hubo por medio.

Se puede catalogar como una canción melódica en la que se van sucediendo diferentes versos cargados de mensajes muy directos. Rubia de la cuarta fila es una declaración de amor casi paternal, ya que se pone de manifiesto en todo momento la diferencia de edad entre el declarante y la rubia. Es una combinación de descripciones “modernas”  y consejos procedentes de “la experiencia”.

“Virus de la madrugada,
cuento de hadas,
grouppie de MTV.
La balada despeinada
de esta noche te la debo a tí”
Aunque el propio Joaquín dijera hace tiempo que las niñas ya no quieren ser princesas, la realidad muchas veces nos dice todo lo contrario. Hasta la chica más rebelde, más independiente y mas transgresora siempre ha soñado alguna vez con ser una princesa como la de las películas. La mujer fatal que te puedes encontrar en la barra de cualquier bar, seguramente cuando llegue a casa tendrá sus ositos de peluche esperándola e incluso las muñecas con las que jugaba de pequeña. Por lo general se suele tender a esconder el lado más tierno para mostrarnos fuertes de cara al exterior, solemos renegar de las películas de Disney pero en el fondo todos deseamos vivir nuestro cuento de hadas particular.
“Sin negar que escribo por encargo
para huerfanitos de calor
tan amargos, tan malitos, como yo.”

Lo de escribir por encargo es algo curioso, aunque pueda parecer un trabajo, un favor, un engorro…casi siempre que empiezas algo por encargo acabas gustándote y deseando tener más peticiones de este tipo. Incluso cuando lo has finalizado tu expectación es aún mayor aguardando la valoración de esa persona que te lo ha pedido.
“Rubia de la cuarta fila,
crece lo que tengas que crecer
zumo de humo con tequila
cambio mis arrugas por tu acné.”

Lo de cambiar las arrugas por el acné es algo muy curioso. Siempre nos ocurre que alguien mayor que nosotros nos dice que ya le gustaría tener nuestra edad, y siempre nos sonreímos y pensamos “es lo típico que dice todo la gente mayor”… . Hasta que llega el punto en el que, si no lo dices, al menos empiezas a pensarlo tu también cuando te encuentras con alguien más joven. Probablemente sea uno de los primeros signos de que te vas haciendo mayor…el otro es cuando empiezas a dar consejos, a contar batallitas…
“Cuélgate de quien te quiera,
no te mueras más que por amor
cuando yo tenia tu edad
era mayor.”

Estos versos vienen a respaldar lo que acabo de comentar. Comienza dándole un par de consejos muy valiosos. Aunque pueda sonar a tópico, lo más valioso que tenemos es el tiempo; es una de esas cosas que no se pueden comprar y por ello su valor es incalculable. Por lo tanto no hay mayor despilfarro que gastar el tiempo en alguien que no demuestra quererte, y que probablemente no lo hará nunca. Son cosas que hasta que no las vives no eres capaz de verlas; y es entonces cuando te lamentas por los días, meses o quizás años perdidos. El otro consejo es poner el amor como única excusa válida para morirse. Joaquín dijo en una ocasión que había que condenar todas las muertes, incluso la natural. Pero puestos a morir, hacerlo por amor, que bastantes muertes por cosas estúpidas tenemos ya.
“Me pidieron que improvise
y en los bises te mandé un bombín,
los veranos son tan grises
los otoños solos de violín.”


Como la canción estaba encuadrada en la película dentro de un concierto, Joaquín le hace un guiño con estos versos. En la ficción, Santiago Segura se cuela en mitad de un concierto pidiéndole una canción para la chica de la que está enamorado. Por eso lo de los bises y lo del bombín, elemento que no puede faltar en ningún concierto del flaco. Definir los veranos como grises es todo un acierto, sobre todo para el mundo del arte. Durante el periodo estival, la producción artística baja varios enteros en cuanto a calidad; de hecho no hay más que ver las parrillas televisivas en esa época, las canciones que salen… Sin embargo con la llegada del otoño, la vuelta a la rutina, es como si las musas también volvieran de vacaciones para inspirar a los artistas. De hecho siempre durante estos meses se suceden las publicaciones de nuevas obras de todo tipo. Un solo de violín siempre es la mejor banda sonora para esta imagen: una tarde noche fría en la que estás en casa, el frió comienza a llamar a tu puerta, te asomas a la ventana y ves como el viento va meciendo las hojas que han caído de los árboles al tiempo que acercas la nariz al frío cristal.
“Y que salga el sol por Algeciras
y la media luna por Bagdad
y los sueños sean mentiras de verdad.”

De todas las canciones siempre hay un verso que destaca sobre los demás, un verso que se te queda en la memoria, un verso que hace que la parte en la que se encuentra de tu canción se convierta en tu preferida. Sin duda alguna, en esta canción se trata de “y los sueños sean mentiras de verdad”. Lo mejor de nuestros sueños es ese momento en el que llegamos a creérnoslos, y lo peor de ellos es cuando te despiertas bruscamente, y lo primero que te viene a la mente es que todo ha sido eso, un sueño, una mentira. A pesar de ellos nos empeñamos en hacer esfuerzos vanos, apretando los ojos fuertemente, como si haciéndolo pudiéramos  cazar de nuevo a ese sueño escurridizo.
“Rubia de la cuarta fila,
carterita para el buen ladrón
lagrimón de cocodrila
juego de Dalila con Sansón.”


Definir a esta rubia particular como carterita para el buen ladrón sirve para ilustrar una situación muy común. Por un lado tenemos a una chica espectacular, maravillosa, que no pasa desapercibida para nadie; por el otro a un “pobre soñador” diría yo, que pone todo su empeño en conquistarla. En cierto modo lo consigue, porque alcanza un grado de complicidad muy grande con ella, pero sin llegar a alcanzar su objetivo final. De repente aparece el ladrón, el típico guaperas que con un par de guiños se la lleva de calle mientras el pobre soñador se queda maldiciendo su suerte con un palmo de narices. Normalmente no acaba así la historia, es muy común que la avaricia del ladrón le impida quedarse con un sólo botín y vuelva a salir de “cacería”. Es ahora cuando la rubia de la cuarta fila irá desconsolada en busca de su cómplice, que bobo de él, le ofrecerá su hombro para llorar….hasta la próxima vez. ¿Os suena? Yo diría que si.
“Rubia de la cuarta fila
dos pupilas que me tratan bien
Rubia de la cuarta fila
descarrílame el último tren”

Acabaré la entrada con otro par de tópicos, el hombre es débil por naturaleza y él único en tropezarse dos veces con la misma piedra. Aunque lo neguemos, nos encanta montar cuidadosamente nuestro tren de juguete, con todo nuestro empeño, tiempo y dedicación…para que cada equis tiempo aparezca el huracán rubio llevándose todo por delante. ¿Os pensabais que era casualidad que todos los huracanes lleven nombre de mujer?.