En general, la mayor parte de las canciones de amor suelen ser tristes, melancólicas con personajes solitarios, derrotados, abandonados...que añoran algo que incluso puede que nunca llegase a suceder. En el cancionero sabiniano se cumple esta premisa, sin embargo también podemos encontrar alguna historia con final feliz, sin trucos, optimista de principio a fin.
Este es el caso de Rebajas de Enero, una canción que apareció allá por 1985 en el disco Juez y Parte. En mi parecer, quedó algo eclipsada en el álbum por la celebérrima Princesa. Creo que no descubro nada diciendo que los fracasos amorosos venden mucho más que las parejas felices, que la derrota siempre tiene mucho más que contar que la victoria y que por lo general los conflictos generan más expectación que la armonía. Yo no me escapo tampoco, de hecho estaba a punto de hacer el post sobre la canción "Amor se llama el juego" que es claramente el polo opuesto de esta.
Huyendo del frío busqué en las rebajas de enero
y hallé una morena bajita que no estaba mal.
Cansada de tanto esperar el amor verdadero
le dio por poner un anuncio en la prensa local.
y hallé una morena bajita que no estaba mal.
Cansada de tanto esperar el amor verdadero
le dio por poner un anuncio en la prensa local.
Seguramente que a todos nos preguntado alguna vez como sería tu pareja ideal, es justo en ese momento cuando nuestra mente empieza a navegar y empezamos a soltar la retahíla de rasgos físicos que son perfectos para nosotros, y por extensión para el mundo entero. Muchas veces extrapolamos esto a nuestra vida real, y comenzamos a buscar esa pareja ideal, a la que únicamente le hemos puesto imagen pero a la que le falta vida aún. Lo mejor no es buscar a alguien, porque puede parecer como un objetivo empresarial; lo mejor es que dos se encuentren, por azares del destino, quizás en algún lugar inesperado e inimaginable por ninguno de los dos. En ese momento en el que los dos están aparentemente perdidos...sus miradas se encuentran y la semilla queda plantada.
“Absténganse brutos y obsesos en busca de orgasmo”,
no soy dado a tales excesos, así que escribí,
“Te puedo dar todo -añadía- excepto entusiasmo”,
nos vimos tres veces, la cuarta se vino a dormir.
no soy dado a tales excesos, así que escribí,
“Te puedo dar todo -añadía- excepto entusiasmo”,
nos vimos tres veces, la cuarta se vino a dormir.
Este fragmento también reafirma la teoría de que esto es la antítesis del sabinismo puro y duro. De hecho esta canción sería una de las que podría formar parte de alguna banda sonora de Disney, sin ningún tipo de problemas. Es algo que se agradece, porque todos necesitamos de vez en cuando un soplo de aire fresco que alivie nuestros pesares.
Es curiosa la frase en la que afirma que le puede dar todo excepto entusiasmo. En cierto modo es algo bueno, el entusiasmo no hay que regalarlo, hay que ganárselo. Lo más gratificante es descubrir poco a poco que a quien encontraste buscando "en las rebajas de enero" tiene muchos tesoros ocultos, cosas que ni remotamente hubieras pensado que allí pudieras encontrar. Incluso día a día te va sorprendiendo con pequeños detalles que acompañan a esos grandes descubrimientos que has hecho. Eso es lo que puede generar entusiasmo sincero, tan sincero como para poder demostrarle tu alegría, tu admiración. Tan sincero como para sentirte afortunado.
Como otras parejas tuvimos historias de celos,
Historias de gritos y besos, de azúcar y sal,
Un piso en Atocha no queda tan cerca del cielo
Y yo, la verdad, nunca he sido un amante ideal.
Historias de gritos y besos, de azúcar y sal,
Un piso en Atocha no queda tan cerca del cielo
Y yo, la verdad, nunca he sido un amante ideal.
Sin embargo ese crecimiento exponencial del entusiasmo es algo utópico, y afortunadamente real. A todos nos encantan los cuentos de hadas pero son eso cuentos, por lo tanto hay que lidiar con la realidad. No obstante en este caso particular las historias de celos son simples juegos, los gritos son siempre acallados por los besos y siempre tenemos a mano un salero y un azucarero para cuando la situación lo requiera. No se trata de ser ideal, de conseguir que todo el mundo piense que lo eres...se trata de demostrar que lo ideal es estar juntos, compartir el entusiasmo y rememorar los buenos momentos vividos; tener siempre disponible un conejo en la chistera.
Y contra pronóstico han ido pasando los años,
Tenemos estufa, dos gatos y tele en color,
Si dos no se engañan, mal pueden tener desengaños…
¿emociones fuertes? Buscadlas en otra canción.
Tenemos estufa, dos gatos y tele en color,
Si dos no se engañan, mal pueden tener desengaños…
¿emociones fuertes? Buscadlas en otra canción.
Me gusta la primera frase, ya que nadie pronostica que los años vayan pasando por él. Sin embargo, es una de las pocas certezas que todo el mundo tiene. Seguimos con nuestra canción feliz, y aprovechamos para romper una lanza en favor de lo simple, de lo sencillo. Si dos no se engañan, mal pueden tener desengaños. Interiorizando esta frase llegas a darte cuenta de lo fácil que es evitar los problemas, y lo complicado que lo solemos hacer todo. Sería todo tan sencillo, si algo te gusta dilo, no reprimas tus sentimientos por cualquier razón retorcida que se te pueda ocurrir o que incluso te empeñes en construir tú mismo. Lo sencillo se agradece, poniendo las cosas fáciles por las dos partes sólo puedes llegar a un lugar...el éxito. ¿Todo sería mejor si lo hiciéramos fácil? Si ¿Por qué nos complicamos la vida? No lo se.
Apenas llegó
Se instaló para siempre en mi vida,
No hay nada mejor
Que encontrar un amor a medida.
Se instaló para siempre en mi vida,
No hay nada mejor
Que encontrar un amor a medida.
Por eso finalizo haciendo apología por lo sencillo, lo claro, lo feliz, lo bueno...porque no hace falta esperar mucho tiempo para conseguir algo. Como dice Joaquín es posible que al poco de llegar se instale para siempre en tu vida, siempre que en ambos casos no se repriman los verdaderos sentimientos y no se compliquen la existencia innecesariamente. Por último, nos quedamos con el eslogan de la canción "No hay nada mejor que encontrar un amor a medida". Y yo añadiría algo, "no hay nada peor que perder un amor por falta de valentía".