Así estoy yo sin ti es una de las grandes, una canción que en cualquier selección de oro de Sabina debería aparecer sin discusión. Ese honor se lo gana a pulso con cada uno de sus versos, ya que se trata de una canción en la que desde la primera hasta la última palabra es pura poesía, pura metáfora, pura verdad.
Joaquín consigue expresar en un puñado de versos esa sensación que a todos nos ocurre alguna vez, ese vacío que sentimos cuando extrañamos a alguien. Es algo común a todos los humanos y que en determinados momentos sentimos de una forma más agudizada. Es un runrun que nos ronda inexplicablemente por la cabeza, y que nos recuerda constantemente que nos falta algo, que nos han cortado un cablecito que hacía que todo funcionase bien. La mayoría de los mortales solo alcanza a explicarlo diciendo "lo echo de menos", pero es algo tan profundo, tan terriblemente humano que algún genio tendría que haber que pudiera expresarlo mucho mejor.
Sólo con estas cuatro metáforas ya ha conseguido ponernos en situación, solamente con imaginarnos un pato en el río Manzanares todos torcemos el gesto...a no ser que se trate de un patito de goma y forme parte de una campaña publicitaria de El Corte Inglés. La vocación es algo que se precisa para cualquier cosa, desde un informático hasta una doctora; profesiones que no difieren tanto una de la otra, los dos tienen como objetivo final atacar virus y los dos deben tener siempre una respuesta adecuada para todas aquellas personas que los acribillan a preguntas constantemente (siempre se espera de ellos que te solucionen el problema de turno y rapidito y bien a ser posible).
También aparece la figura de la isla, yo veo a cada persona como una isla. Una isla perdida en la inmensidad del océano, pequeña a ser posible en la que hay un Robinson todavía más pequeño, pero que sin él pierde todo su encanto. Para cada isla siempre hay un Robinson al que dar cobijo y para cada Robinson siempre hay una isla donde poder naufragar y de la que nunca querrá marchar.
Aquí tenemos una de las frases magistrales de Joaquín, "febril como la carta de amor de un preso". Si ya de por si es muy difícil intentar transmitir todo aquello que te pasa por la cabeza y por el corazón en unas líneas...mucho más angustioso es hacerlo con la certeza de que tarde o temprano todas tus cartas caerán en saco roto cuando la espera eterna alcance su fecha de caducidad. Este quizá sea el fragmento más triste de la canción, ya que hasta el más oscuro de los túneles suele tener una luz, aunque sea fugaz, que lo ilumina durante unos segundos.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin Paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones,
así estoy yo sin tí.
Muchas veces te encuentras en lugares donde no te sientes cómodo, donde a los cinco minutos de llegar ya empiezas a sentir ganas de irte. Sin embargo, el más oscuro de los cuarteles puede llegar a ser el más acogedor de los hogares si las personas que cohabitan contigo te hacen sentir bien. Es por eso que un quinto que ansía su día de permiso se pueda sentir perdido lejos de su cuartelillo, de su celda, de su "gueto". La felicidad no la da el lugar...la da la compañía. Es por eso que el más lujoso de los barcos siempre necesita de ese polizón que lo haga sentir más humano. Siempre es bueno tener un polizón, alguien que se presenta en tu vida sin avisar, sin preguntar, sin esperarlo...y que, en algunas ocasiones, resulta ser el más cualificado para llevar el timón de tu barco.
Para muchas personas no hay nada peor que perder una partida, sea a lo que sea, pero yo pienso que lo mejor de todo es tener a alguien con quien poder perderla, alguien que te pueda chinchar y alguien a quien poder pedirle la revancha. En la canción aparece un personaje al que yo catalogaría como muy Sabiniano, se trata de "El Lute". Una persona que marcó un antes y un después en el concepto general de los presos y en particular de los fugitivos. Siempre fiel a sus ideas y rebelándose ante las autoridades de la época que impartían cualquier cosa menos justicia. Alguien que se enfrentó a casi todo y que acabo plegándose ante la cultura.
El aeropuerto quizá sea el lugar más explícito para poder representar un adiós, un lugar tan inmenso donde puede haber mucha gente pero donde los sentimientos no caben, probablemente volaron en el último avión. Quizá sea el lugar por excelencia para las despedidas, ese último punto en común que se tiene con alguien. Sin embargo también puede ser el nexo de unión para un posible reencuentro, es un lugar un poco ambiguo, donde se suceden las tristes despedidas y los ansiados retornos.
El mejor vino del mundo puede tener un sabor amargo si te encuentras lejos de lo que más quieres, y en el lado opuesto, un vino que sea escandalosamente malo puede que lo recuerdes de por vida si tuviste la ocasión de usarlo para brindar con alguien especial. De esta forma no se te olvidará nunca, por lo malo del vino y lo bueno del brindis. Por último tenemos otra de las grandes sentencias de esta canción "macabro como el vientre de los misiles", es un símil tan cierto, tan real y tan...duro que no lo puedes dejar pasar por alto. ¿Alguien piensa que pueda existir algo más macabro? Probablemente no ¿A alguien más se le hubiese ocurrido este símil? Seguramente no. No me cansaré de repetirlo, estas cosas son las que distinguen a un maestro de un genio.
Para finalizar, el fragmento más repetido de la canción y a la postre la sensación que más te viene a la cabeza cuando quieres expresar que te falta algo, que añoras algo, "que lo echas de menos"... la tristeza.
Joaquín consigue expresar en un puñado de versos esa sensación que a todos nos ocurre alguna vez, ese vacío que sentimos cuando extrañamos a alguien. Es algo común a todos los humanos y que en determinados momentos sentimos de una forma más agudizada. Es un runrun que nos ronda inexplicablemente por la cabeza, y que nos recuerda constantemente que nos falta algo, que nos han cortado un cablecito que hacía que todo funcionase bien. La mayoría de los mortales solo alcanza a explicarlo diciendo "lo echo de menos", pero es algo tan profundo, tan terriblemente humano que algún genio tendría que haber que pudiera expresarlo mucho mejor.
Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson.
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson.
Sólo con estas cuatro metáforas ya ha conseguido ponernos en situación, solamente con imaginarnos un pato en el río Manzanares todos torcemos el gesto...a no ser que se trate de un patito de goma y forme parte de una campaña publicitaria de El Corte Inglés. La vocación es algo que se precisa para cualquier cosa, desde un informático hasta una doctora; profesiones que no difieren tanto una de la otra, los dos tienen como objetivo final atacar virus y los dos deben tener siempre una respuesta adecuada para todas aquellas personas que los acribillan a preguntas constantemente (siempre se espera de ellos que te solucionen el problema de turno y rapidito y bien a ser posible).
También aparece la figura de la isla, yo veo a cada persona como una isla. Una isla perdida en la inmensidad del océano, pequeña a ser posible en la que hay un Robinson todavía más pequeño, pero que sin él pierde todo su encanto. Para cada isla siempre hay un Robinson al que dar cobijo y para cada Robinson siempre hay una isla donde poder naufragar y de la que nunca querrá marchar.
Oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...
Así estoy yo, así estoy yo sin ti.
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...
Así estoy yo, así estoy yo sin ti.
Aquí tenemos una de las frases magistrales de Joaquín, "febril como la carta de amor de un preso". Si ya de por si es muy difícil intentar transmitir todo aquello que te pasa por la cabeza y por el corazón en unas líneas...mucho más angustioso es hacerlo con la certeza de que tarde o temprano todas tus cartas caerán en saco roto cuando la espera eterna alcance su fecha de caducidad. Este quizá sea el fragmento más triste de la canción, ya que hasta el más oscuro de los túneles suele tener una luz, aunque sea fugaz, que lo ilumina durante unos segundos.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin Paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones,
así estoy yo sin tí.
Muchas veces te encuentras en lugares donde no te sientes cómodo, donde a los cinco minutos de llegar ya empiezas a sentir ganas de irte. Sin embargo, el más oscuro de los cuarteles puede llegar a ser el más acogedor de los hogares si las personas que cohabitan contigo te hacen sentir bien. Es por eso que un quinto que ansía su día de permiso se pueda sentir perdido lejos de su cuartelillo, de su celda, de su "gueto". La felicidad no la da el lugar...la da la compañía. Es por eso que el más lujoso de los barcos siempre necesita de ese polizón que lo haga sentir más humano. Siempre es bueno tener un polizón, alguien que se presenta en tu vida sin avisar, sin preguntar, sin esperarlo...y que, en algunas ocasiones, resulta ser el más cualificado para llevar el timón de tu barco.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel.
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel.
Para muchas personas no hay nada peor que perder una partida, sea a lo que sea, pero yo pienso que lo mejor de todo es tener a alguien con quien poder perderla, alguien que te pueda chinchar y alguien a quien poder pedirle la revancha. En la canción aparece un personaje al que yo catalogaría como muy Sabiniano, se trata de "El Lute". Una persona que marcó un antes y un después en el concepto general de los presos y en particular de los fugitivos. Siempre fiel a sus ideas y rebelándose ante las autoridades de la época que impartían cualquier cosa menos justicia. Alguien que se enfrentó a casi todo y que acabo plegándose ante la cultura.
Errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernobyl,
solo como un poeta en el aeropuerto...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
quemado como el cielo de Chernobyl,
solo como un poeta en el aeropuerto...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
El aeropuerto quizá sea el lugar más explícito para poder representar un adiós, un lugar tan inmenso donde puede haber mucha gente pero donde los sentimientos no caben, probablemente volaron en el último avión. Quizá sea el lugar por excelencia para las despedidas, ese último punto en común que se tiene con alguien. Sin embargo también puede ser el nexo de unión para un posible reencuentro, es un lugar un poco ambiguo, donde se suceden las tristes despedidas y los ansiados retornos.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
El mejor vino del mundo puede tener un sabor amargo si te encuentras lejos de lo que más quieres, y en el lado opuesto, un vino que sea escandalosamente malo puede que lo recuerdes de por vida si tuviste la ocasión de usarlo para brindar con alguien especial. De esta forma no se te olvidará nunca, por lo malo del vino y lo bueno del brindis. Por último tenemos otra de las grandes sentencias de esta canción "macabro como el vientre de los misiles", es un símil tan cierto, tan real y tan...duro que no lo puedes dejar pasar por alto. ¿Alguien piensa que pueda existir algo más macabro? Probablemente no ¿A alguien más se le hubiese ocurrido este símil? Seguramente no. No me cansaré de repetirlo, estas cosas son las que distinguen a un maestro de un genio.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Para finalizar, el fragmento más repetido de la canción y a la postre la sensación que más te viene a la cabeza cuando quieres expresar que te falta algo, que añoras algo, "que lo echas de menos"... la tristeza.
la verdad es que no conozco muy bien la discografia de Joaquín Sabina, no me se muchas de sus canciones pero si que se que si llego a admirarlo la mitad que David Saavedra ya seré su fan número 2. Un magnífico blog David, intentare aprender lo máximo de D.Sabina mediante este blog, asik harás de maestro mio jeje. Sigue asi y enhorabuena.
ResponderEliminarJamás había escuchado esta canción y tan solo leí la letra por encima en este blog...pero es precioso pensar que existe una isla para cada Robinson o que un polizón puede ser el mejor tripulante para el barco de tu vida...porque a veces aparecen personas que no esperas y que te cambian por completo, no entiendes como ni por qué, pero sucede...y cuando desaparecen comienzas a sentirte perdido, no alcanzas a comprender cuán importantes son para ti...Es maravilloso perder partidas y que te chinchen cuando lo haces, porque tienes la oportunidad de contraatacar y sentirte el polizón.
ResponderEliminarLa línea mas profunda de la canción es " como un pájaro en un desfile" y ni la nombras chaval. Buscate otra cosa.
ResponderEliminarLlevo viviendo en españa dos décadas y escuche mucha música por mi trabajo.el único cantante hispano que me gusta.puedo escuchar algunas de sus canciones varias veces sin cansar.son eternas.Chapo Sabina.
ResponderEliminarCuales son las figuras de la canción
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