Decir Sabina nos lleva inmediatamente a pensar en Serrat, y viceversa. Siempre ha habido un vínculo especial entre ambos, tan distintos y tan iguales a la vez, acentuado en los últimos años con esa espectacular gira conjunta que hicieron. En un mundo con tanta competencia como el musical, donde las polémicas están a la orden del día y las separaciones son demasiado comunes; es de agradecer que haya honrosas excepciones que demuestren una verdadera amistad.
Aunque ya he tenido varias referencias hacia Serrat en el blog, creo que ahora es el momento idóneo para hablar de él con más detenimiento. Como diría Sabina, estamos ante tiempos de Vinagre y Rosas. Por un lado, exultantes por su nuevo disco donde vuelve a cantar a Miguel Hernández como él sólo sabe, y por otro, preocupados por su estado de salud ya que acaba de ser intervenido de urgencia por un nódulo en el pulmón.
“Tengo yo un primo que es todo un maestro
de lo mío, de lo tuyo, de lo nuestro;
un lujo para el alma y el oído,
un modo de vengarse del olvido.”
Seguro que llegará un día en el que Serrat sea estudiado en los colegios y venga en los libros de literatura. La mejor forma de transmitir la poesía al gran público es agarrar una guitarra y cantarla con el mismo o mayor sentimiento que recitándola. Es una forma de acercar al gran público esas exquisiteces literarias a las que quizá mucho no se acercarían por iniciativa propia. El primer paso es conseguir que las canten para que poco después sean ellos mismos los que se paren a leer las letras y descubrir toda su fuerza. Yo soy de la opinión de que una buena canción es aquella que te sigue poniendo los pelos de punta aunque le quites la música y dejes la letra desnuda. Serrat es todo un maestro porque ha conseguido eso con creces.
“Viene del Poble Sec ese atorrante
universal, charnego y trashumante,
que saca, cuando menos te lo esperas,
palomas de la paz de su chistera.”
Un artista se gana a su público, aparte de por sus discos, principalmente en sus conciertos. Serrat consigue hacer de ellos una cita privada con miles de personas, en las que no se limita a cantar un buen repertorio sino que simpatiza con el público y hace que se sientan como en su casa. Eso no es fácil de conseguir, muchos otros necesitan de una puesta en escena espectacular, un escenario poblado de bailarines que los engrandezcan y una alarmante falta de espontaneidad micrófono en mano y fuera de guión. Sacarse siempre algo nuevo de la chistera es lo que te da la longevidad en el mundo del espectáculo.
“Y, cuando canta,
le tiembla el corazón en la garganta.
Harto ya de estar harto de las fronteras
va pidiendo escaleras para subir
de tu falda a tu blusa, toca madera:
tendría que estar prohibido un fulano así.”
La forma tan peculiar que tiene Serrat de cantar hace que sus canciones sean únicas, personales e intransferibles. Es por eso que siempre resulta un reto muy complicado para cualquier artista ponerse a cantar alguna de ellas. Transmitir esa sensación, hacerlas tan propias como hace él es una tarea harto complicada. Aquí Joaquín hace referencia a algunas de sus canciones más célebres, pero siguen faltando muchas. Pienso que un artista se convierte en algo más cuando es imposible hacer un disco recopilatorio de él, sin que se echen en falta varias de sus canciones.
“Detrás esta la gente que necesita
su música bendita más que comer
y el siglo que deshoja su margarita.
Yo, de joven, quisiera ser como él.”
Mucha gente se gasta el dinero de manera alarmante yendo a todo tipo de terapias, de dudosa efectividad. Creo que una de las mejores formas de reflexionar sobre infinidad de aspectos de la vida es ponerse alguna de sus canciones. Tienen un efecto doblemente beneficioso, por un lado te evades del mundo ya que el poder de la música entra en escena y por el otro empiezas a reflexionar sobre todo aquello que te va cantando, o mejor dicho, susurrando al oído. Serrat y su música no entienden de edades, sexos, ideologías…entre sus grupo de seguidores están reflejadas personas tan diferentes que resulta asombroso ver que tienen algo en común.
“Tengo yo un primo que es primo de todos
cada cual a su forma y a su modo;
loco hidalgo con yelmo de Mambrino
que no teme a gigantes ni a molinos
y cuando gana
el Barça cree que hay Dios y es azulgrana.”
Este loco hidalgo como dice Joaquín, ha conseguido algo que es de elogiar, evocar simpatía con casi todo el mundo. Siendo, como es, fiel a sus ideas, sin temer a ningún tipo de gigante. Estoy seguro que hasta el anti-catalán más radical se emociona al escucharlo cantar “Paraules d’amor”; y el madridista más profundo de todos (aquí levanto yo la mano) se conmueve cuando lo ve cantar el himno del Barça.
“Qué poca seriedad, qué mal ejemplo
para los mercaderes de los templos
ese alquimista de las emociones
que cura las heridas con canciones”
Tener una canción para cada momento, para cada emoción y para cada situación; es lo que convierte a un artista grande en imprescindible. Por eso mismo, es de justicia que alguien que ha curado a tantas personas con su música, reciba el mejor tratamiento posible y esté pronto encima de los escenarios.
“Mi primo el Nano,
que no me toca nada y es mi hermano.”
muchas gracias!!!
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