Justo en mitad de la ola de frío Siberiano que está asolando buena parte de la Península Ibérica, me he acordado de una canción de Sabina, hasta hace escasos meses totalmente inédita, que llevaba el mismo título. No sólo es culpa de las gélidas temperaturas el que más de uno lleve un buen tiempo tiritando, y tampoco la llegada de la primavera hará que otros muchos dejen de temblar.
“Por malos tratos Julieta en el juzgado ha denunciado a Romeo,
un cementerio de coches han montado en el jardín del deseo.
La brigada antivicio nombró furriel a Jack el destripador,
hay huelga de postales de amor en el buzón del correo.”
Teniendo en cuenta que Joaquín escribió esta canción hace unos cuantos años, bien se le podría tildar de Nostra Damus o Maya, porque anticipó en cierto modo lo que se nos venía encima. Llevamos un buen tiempo en el que se nos suceden numerosas borrascas en forma de corrupción que se llevan todo por delante, y hace tiempo que el granizo no apedrea con tanta virulencia como lo hacen algunas sentencias judiciales.
“Desbarató la Interpol, ayer, la huida a Cuba de Lady Di,
cuando abrazada a King Kong robaban un hidroavión en Dublín.
En la UVI del mejor hospital se muere de cirrosis el mar
y el viento pasa de levantar la falda de Marilyn.”
La letra de esta canción bien podría ocupar varios de los tele prompter que hay en la redacción de noticias de los telediarios. Una sucesión de noticias, cada cual peor que la anterior, en la que se nos recuerda constantemente que cualquier tiempo pasado fue mejor; al tiempo que se nos regaña por haber vivido por encima de nuestras posibilidades. ¿No será que unos cuantos han vivido por encima de las posibilidades del resto?. Esos pequeños placeres de la vida que a todos nos gusta disfrutar de vez en cuando, cada vez son más pequeños y más recortables.
“Y me han dicho que en las elecciones
un tal Al Capone ha vuelto a ganar
prometiendo anular el impuesto del terror al vacío.
Mientras dios siga de vacaciones
un Burguer King en cada catedral
construirán si alguien no los detiene.
Cuidado que viene
una ola de frío.”
Resulta muy curiosa la metáfora que hace con Al Capone y las elecciones. Un mafioso que campó a sus anchas por las calles de Chicago, cometiendo un delito tras otro y escapando siempre de la justicia. Aún así, acabó dando con sus huesos en la cárcel por un problema de evasión de impuestos. La diferencia es que en la actualidad, ni siquiera las evasiones de capital o las apropiaciones indebidas son motivos suficientes para procesar a alguien (especialmente si es poderoso). A veces tengo la sensación que en lugar de haber avanzado desde la época de Al Capone, hemos retrocedido hasta la Edad Media, en la que el absolutismo y el nepotismo lo inundaban todo.
“Conozco más de un rapero que ha invertido su dinero en comprar
acciones en el sector Cerraduras de Alta Seguridad.
María Magdalena en topless se exhibe en el portal de Belén
camino de Damasco hay un gran atasco cada weekend.”
La imagen del rapero invirtiendo también resulta curiosa, porque hace unos cuantos años se implantó la máxima de “hasta el más tonto hace relojes”. No fueron relojes, fueron constructoras, inmobiliarias, agencias de calificación, derivados financieros… Y ahora los términos dinero, invertir, acciones y Alta Seguridad raramente van juntos en la misma frase.
“Y me han dicho que a un tal Don Quijote
le volvieron a pillar
limando un barrote del calabozo del hastío
y me han dado un beso contaminado
y le he preguntado a doña Necesidad
si existe un licor que la llene.
Cuidado que viene
una ola de frío.”
Cierto es que antes quizá fuimos demasiado Quijotes y no quisimos ver los molinos ante los cuáles nos íbamos a dar de bruces. Pero me da la sensación que ahora estamos siendo demasiado Sanchos, sobre todo teniendo en cuanta que el Sancho del siglo XXI es rubio y tiene acento alemán. Hay una cosa que no cambia, los besos contaminados que cada cierto tiempo nos dan a cambio de un voto. El único cambio es que cada vez la contaminación es mayor y aparece más rápido. Por otra parte, el licor del que habla Sabina para llenar a Doña Necesidad, también está escaseando y al poco que queda le suben los impuestos. Joaquín dijo “cuidado que viene una ola de frío”, y yo digo “el que avisa no es traidor”.
Genial, me encanta!
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