09 diciembre 2019

69 Punto G

Cuando se mira la discografía de Sabina con la perspectiva que nos dan sus 70 abriles matariles podemos hacer unos ejercicios de asociación y contraste muy interesantes. La canción 69 Punto G nos habla de esa emisora de radio que jamás tendría cabida en las recetas de vida ordenada que se nos dieron en Pastillas para no soñar; pero a nadie se le escapa que esos estudios radiofónicos se encuentran tras esa puerta a la que llamabas de madrugada en Negra Noche y te dejaban entrar. 

En la 69 punto G
tiene el corazón una oficina
donde Don Nadie gana al ajedrez
y los adivinos adivinan
y los aladinos aladinan
y de propina, imagínate.

El juego de palabras es constante en esta canción, donde utilizando la metáfora de esa emisora de radio con un dial tan sugerente, lanza mensajes muy directos para atrapar a esa audiencia dispersa a horas malditas que apuntan el cierre de los bares; pero esconden la apertura de otros lugares más cercanos al Templo del Morbo. Otra tirada más del dado, al filo de la madrugada, para esas noches perdidas.

Seremos tu cordón umbilical,
tu confesionario, tu pomada.
Ponte los cascos en la oscuridad
si te da la espalda la almohada,
busca la frecuencia modulada
una coartada para alunizar.

Seguro que a muchos sesudos publicistas les costaría horrores enlazar cuatro mensajes tan claros, tan directos y tan sugerentes para vender un producto de estas características. Un cordón umbilical que cree un vínculo carnal, un confesionario donde se prometan guardar los secretos y una pomada que cure las heridas más internas. La coartada perfecta para acometer finalmente el viaje hacia esa luna en cuyo hombro han recostado muchas noches su cabeza. 

Las epidemias fueron anteayer,
las arrugas son de plastilina.
En la academia del amanecer
da clases de morbo Mesalina
y, en una pecera con espinas,
flotan las ruinas de los cabarets.

Ya conocemos los servicios que ofrece este lugar tan onírico, ahora Sabina se detiene en detalles más atractivos. Mesalina, que llevó la lujuria por bandera, toma las riendas de este lugar donde todos los problemas se relativizan y el placer se abre paso. Un lugar donde no existe la represión para las fantasías. 

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un B.B. King
sentimental
toca en el dial
la sonatina de Rubén,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la 69 punto G.

El éxtasis completo llega cuando la música, el cine y la poesía se abren paso. En la 69 Punto G te aseguran que cuando lo alcances, comenzarán a sonar fantasías tan exóticas como un B.B. King tocando "La Sonatina" del poeta Rubén Darío. La Sonatina nos habla de una hermosa princesa con anhelos de amor y libertad. Quizá ella también necesite sintonizar este dial y acudir a este recóndito lugar donde se agilizan los papeleos del corazón y el morbo es una asignatura obligatoria. 

Toca en el dial
la polonesa de Chopin,
vamos a soplar
la raya del amanecer
en la
69 punto G.

Un suspenso en religión como Sabina también necesita de su paraíso particular, un lugar en el que le gustaría pasar el resto de sus días. En esta canción hace una reconstrucción mística de ese sitio, donde tienen cabida sus fantasías sexuales, musicales y poéticas. Aunque ahora niegue haber sido el profeta del vicio, todos sabemos cuál sería su dial de la frecuencia modulada.